Por Gilberto Celis
Queda clara, y por ello plausible, la voluntad del Presidente Enrique Peña Nieto
por satisfacer la necesidad del pan nuestro de cada día.
Más aún, reclama participación activa, o sea
respaldo, el hecho que lejos de iniciar
su gobierno federal conviniendo intereses contrarios de origen, desde un
principio pone los puntos sobre las íes.
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¿Habrá otra manera de satisfacer la necesidad del paciente mexicano por llamar
las cosas por su nombre?
Porque, en pleno ejercicio del Poder Ejecutivo
Federal, el Presidente Enrique Peña Nieto firma el Decreto que establece el
Sistema nacional contra el Hambre(Sin Hambre).
Lo dijo: “…hay que decirlo y reconocerlo. Tienen
hambre en nuestro país”.
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Y enmarcó: 400 municipios de alta pobreza y carencia alimentaria que necesitan
la corresponsabilidad de dependencias y gobiernos locales….
---… Y, todos le echen ganas para
“asegurar salud, educación, vivienda, una mejor economía y servicios básicos
como agua, luz y drenaje”.
O sea, que en los tres niveles de gobierno, federal,
estatal y municipal, se cumpla con la responsabilidad y el
compromiso constitucional, político, legal y moral, de ver por el bien común.
Establecida la ordenanza y elevada a rango
constitucional, uno del común, precisamente por serlo, siente que si economía
primero es producción y después consumo; y si la cruzada nacional contra el
hambre no consiste en repartir
despensas, entonces inicia el final de la “oblación de la propia sangre”.
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Las cosas por su nombre y los puntos sobre las íes.
¿Cómo alcanzar el bienestar familiar cuando el
sector primario de la economía, o sea la producción agrícola, ganadera, de la
silvicultura, caza y pesca, por Decreto también, es colocado en el nivel del
sector Servicios, como Turismo, que del tercer lugar pasa a ocupar el primero;
dentro del quehacer gubernamental.
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Nada de daño colateral, hambre es hambre y para satisfacerla se necesita
alimento; y para tenerlo hay que comprarlo, y solo es posible con dinero.
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¿Y si los precios suben y el poder de compra del dinero no lo alcanza?
Como bien expresó el Presidente Enrique Peña Nieto,
algún día habría de decirse; deje lo pobreza terminal, hay hambre.
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Sabe, dicen que no hay crimen perfecto, pero si tiene una duda razonable tiene
la defensa perfecta.
Luego entonces ¿Podría ser una generalización
absurda la Cruzada
contra el hambre, sin hambre?
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De igual forma es verdad que todos somos iguales, pero unos son mas iguales que
otros.
--- Ahora que para mí es una realidad.
--- Por eso le digo.
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