Se tiene entendido que “hipócritas...los hay en todos
lados...en las películas, en los mercados, en las calles, en la oficina,
iglesias en casa....y en el espejo”.
Esto, porque uno del
común, precisamente por serlo, se pregunta de qué otro modo debiera haber
actuado el Partido Acción Nacional que
accedió al Poder doce años atrás, con tantos millones de votos y muchos
millones más de ilusiones.
O, de qué otro modo
debiera haber actuado el Presidente de México Felipe Calderón que, a través del
Partido Acción Nacional, accedió al Poder con tantos millones de votos y muchos
millones mas de ilusiones.
Porque, doce años
después, con toda seguridad, en una parte importante, aún los mantiene o son
recuperables.
Las ilusiones, también
debieran serlo, por difícil que resulte imaginarlo; solo que en vez del PRI,
ahora urge que el PAN en la Presidencia de México, con Felipe Calderón,
desocupe Los Pinos.
La ilusión del espejo,
aplica en la inquietud por la reciente declaración del presidente del IFE,
Leonardo Valdés Zurita.
¿Qué sabrá, cuando proclama que no
existe ningún elemento para que alguno de los candidatos presidenciales
adelante que habrá un fraude electoral; clama que todos los actores políticos
acepten en su caso la derrota; y reclama
se permita una transición pacífica en el país?
Uno del común, supone que, en una democracia, la permanencia en el poder es
obra de la ciudadanía; pero esto se refiere a los partidos políticos, nunca a
los personajes, aunque sean excepcionales.
Andrés Manuel López Obrador, ha tenido una visión y en
ella ha visto fraude electoral; como hace seis años, cuando llamó traidores a
sus propios representantes en las casillas electorales de todo el país.
Por ello, hizo a
un lado al PRD, crea y cría al PT, su
bastón; y purifica todo a través de MORENA, su bastión.
A 21 días de campaña, el Patriarca de la República del Amor, ha
ordenado a sus sacerdotes tocar las trompetas para derribar, como la muralla de
Jericó, al Instituto Federal Electoral.
Si para
Andrés Manuel López Obrador, la elección del domingo primero de julio, es de
trámite; o sea, si la imagen en su espejo es sincera, para qué el arrebato de “¡Si hay
imposición habrá revolución!”
--- Por eso le digo.
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