Dispuesto a propiciar sus
propias noticias, convertido en candidato para el Oscar al mejor actor por su
reencarnación en Andrés Manuel López Obrador, el Presidente Legítimo, hoy candidato
del PRD a Presidente Constitucional, a 48 horas del segundo debate anuncia desquiciamiento
social, por marchas cuyos toques, recordaran a Guadalajara estar sitiada como
Jericó.
A uno del común, precisamente
por serlo, se le hacen demasiadas marchas matando a Enrique Peña Nieto, para darle vida a Andrés Manuel López
Obrador.
Es que, es bueno el cilantro,
pero no tanto.
Porque, no es en la boca, en
donde se dictará el triunfo o la derrota electoral; aunque si revela que el
Movimiento de Regeneración Nacional, hace la regeneración, reproduciendo los
usos y abusos que tanto critica.
Ahí tiene, por ejemplo, cómo
aceptar ir a un campo universitario, a un debate entre presidenciales, cuando
el anfitrión se la ha pasado calificando de lo peor al invitado. Como invitar a
Enrique Peña Nieto a ir al jardín universitario a travesear con ellos el juego
de “póngale la cola al burro”
Es claro que los prejuicios
darán paso a los perjuicios y quienes dijeron no ser chusma y menos porros,
serán la Santa Inquisición o el Juicio de Salem, antesala al lavado de manos de
Poncio Pilatos o a Fuenteovejuna.
Andrés Manuel López Obrador,
ora jura que tantos como casillas se instalen, tendrá representantes que darán fe de su triunfo y solo está
esperando el uno de julio para recibir la constancia de mayoría y dar paso a la
fiesta nacional; y después que desconoce el resultado
de la votación la noche del 1 de julio y adelanta
habrá un conflicto poselectoral
O sea, si triunfa López
Obrador la elección es legal, y si no es fraude.
No, mesías de la República del
Amor. El emperador Nerón mal se vio tocando el arpa, mientras su mirada se
extravía en la Roma que había mandado a incendiar.
Como no es uno, tan común que
es uno, un prisma para multiplicar
imágenes, si algo pudiera reclamar es sobre cuál es la personalidad real,
verdadera, del Patriarca de la República del Amor, Andrés Manuel López Obrador.
--- Por eso le digo.
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