Por Gilberto Celis
Ayer, por la tarde
noche, organizado por el Consejo Local del Instituto Federal Electoral, se
llevó a cabo el Debate Oaxaca 2012 entre candidatos al Senado de la República
por el Estado de Oaxaca.
Del Debate, que uno del
común, precisamente por serlo, supone discusión o controversia, nada hubo.
Ningún cuestionamiento, y menos confrontación, en la réplica, al no
haber impugnación; porque, entre los candidatos a senadores del PAN, PRI, PRD,
PANAL, PVEM, todo fue simple exposición;
incluso se dio hasta lectura de las tarjetas preparadas con anticipación.
Quien presume de
virtudes, que conservaron su candidatura como senador, como no sucedió
con el empresario radiofónico Humberto López Lena, Benjamín Robles Montoya que juró exhibir los vicios del candidato del PRI
Eviel Pérez Magaña, se mostró como office
boy top model de Gabino Cue; y ofreciendo, a la Sección
22, sus servicios como gestor.
Lejos de sostener,
cuando menos lo que siempre han planteado sobre el “problema magisterial
recurrente”, acaso insinuaron, como susurro: “mesura”.
Todos, optaron
por culpar al Gobierno Federal del movimiento magisterial y su manifestación
pública; a partir de cuando, el gobierno
estatal, recibió la responsabilidad de
su educación.
Además, centraron en
la pobreza de infraestructura educativa, teniendo cuidados, por aquello de las malas
interpretaciones, de aclarar se referían a material didáctico, baños, espacio
propicio para el desarrollo de los hijos.
Cuando, Diódoro Carrasco,
aprobó la continuidad del aumento a la gasolina, ni siquiera discutieron por el
aumento de precios inflacionarios en cascada; que han de cargarlos y pagar los del
común.
Irma Piñeiro, que primero
renunció como candidata del PANAL al gobierno de Oaxaca y luego declinó a favor
de Gabino Cue; y después fue obligada a renunciar como Secretaria General de Gobierno,
por la misma Ley de Gabino que exige comprobar el nivel de estudios que se dice
tener por no comprobar.
Ella juró ser honesta y sincera; y traicionando nuevamente al PANAL,
como Josefina Vasquez Mota del PAN, pidió confianza por ser mujer, y ser madre.
Nadie hizo caso cuando,
en un acto de conciencia, el candidato del PVEM, solicitó fueran leídas otra vez
las preguntas, porque ninguno había dado la respuesta debida o directa.
Eviel Pérez Magaña, al
ver que ni contaba, prefirió subirse al avión; donde encontró, como los demás,
un asiento a su medida.
--- Por eso le digo.
0 comentarios:
Publicar un comentario